En la madrugada del 27 de Junio de 1973, en el Senado del Palacio Legislativo, Wilson Ferreira Aldunate, se expresaba en forma contundente en contra de la inevitable disolución de las Cámaras y posterior comienzo de la Dictadura.
«A lo largo de todo el día de hoy circularon persistentes rumores, que luego terminaron transformándose casi en noticia, según los cuales estaría a punto de culminar -si es que no ha culminado ya- un triste proceso que finalizaría con la violación, por parte de Juan María Bordaberry, de sus juramentos constitucionales y un asalto a las instituciones y a las libertades públicas.
Si eso llegara a confirmarse, como mucho tememos que ocurra, es corriente decir en estos casos que a Bordaberry y a sus cómplices los juzgará la historia. Y eso es verdad. Pero debe agregarse que antes, éste, éste, nuestro pueblo oriental de hoy, va a exigir su responsabilidad y hacerla efectiva contra el responsable del atentado y sus cómplices.
Si esto llegara a confirmarse, nuestro Partido, nuestro Partido Nacional se considerará en guerra contra el señor Juan María Bordaberry, enemigo de su pueblo.
Los señores senadores me permitirán que yo, a pesar de que la hora exige emprender la restauración republicana como una gran empresa nacional, me permitirán que yo haga una invocación que me resulta ineludible, a la emoción más intensa que dentro de nuestra alma alienta. Me perdonarán que yo, antes de retirarme de la sala, arroje al rostro de los autores de este atentado, el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo, que será, no tengan la más mínima duda, el vengador de la República: ¡Viva el Partido Nacional!»